Nos conocimos en el instituto, cuando la vida apenas empezaba a escribir nuestras primeras páginas. Lo nuestro comenzó siendo una amistad bonita, de esas que crecen sin prisa, entre risas, charlas y miradas cómplices.

Con el tiempo, cada uno siguió su camino, pero esa conexión especial nunca se rompió del todo. Años después, el destino nos volvió a cruzar, y esta vez fue diferente: ya no éramos los mismos, pero en el fondo, seguíamos reconociéndonos.

Fue entonces cuando nos redescubrimos, con más calma, más verdad y mucho cariño. De esa amistad nació algo más fuerte: una relación que hoy nos trae hasta aquí, dispuestos a celebrar el amor que creció con los años y que nunca dejó de encontrar el camino de vuelta. 💫❤️